La compañía Antonio Campos estrena mañana, a las 22 horas, en la Posada del Rosario Ejemplares de Cervantes (De Rinconete a La Gitanilla), que presentará también el viernes, a la misma hora. Se trata de una adaptación, dramaturgia e interpretación del propio Antonio Campos, con dirección de Lluís Elías, música original de Carlos Becerio y producción de Albacity Corporation, con Carlos G. Navarro como productor ejecutivo.
Antonio Campos explicó que Cervantes «dejó escrito en el prólogo que eran ejemplares porque nadie antes lo había hecho en España. La novela corta no existía y las pocas que habían eran traducidas del italiano, como El Decamerón, y el Santo Oficio las quemaba. Él empezó a escribir novelas, que publicó después de El Quijote, pero se escribieron antes y decía que eran ejemplares porque a partir de ahí mostraría un ejemplo de escritura, porque en dramaturgia y poesía estaba denostado. También quería salvar la censura, la Inquisición y, al ponerle ejemplares, de ellas no se podía sacar ningún mal pensamiento, simplemente eran ejemplares». La idea del espectáculo dijo viene «porque ya que estamos en un mundo nada ejemplar, y se va buscando al ciudadano ejemplar, veremos si, a partir de aquí podemos impartir cuál es la ejemplaridad del ciudadano. Es una historia que tengo ya un tiempo guardada en un cajón y no sabía cuando se podía sacar. Es un divertimento, puro entretenimiento, honestísimo entretenimiento, como subtitula las Novelas ejemplares, pero sí que me dio un poco la iniciativa cuando oí eso de que hay que ser un ciudadano ejemplar y me dije que era el momento de sacarlo del cajón y hacer este cuarto de Novelas ejemplares, son 12 y sacamos tres». La selección, dijo, es «puro estudio de mercado, porque nos preguntamos cuáles eran las más conocidas, las que más resuenan, que son La Gitanilla, Rinconete y Cortadillo y El Licenciado Vidriera».
la dirección. Confirmó Lluís Elías que son 10 veces, nada más y nada menos, las que dirige a Antonio Campos, «al que conozco desde que tenía unos 22 años, cuando yo estaba en Els Joglars y después hicieron Los Cantos de Canterbury. Como llevamos 10 obras, decía, nos conocemos perfectamente. Él tiene una gran honestidad, es muy humilde, y el trabajo que ha hecho siempre está abierto a cualquier tipo de observación mía. Ambos proponemos y, entre ese caos, empiezan a florecer cosas, sale algo, lo que no quiere decir que se quede».
Subrayó que «en absoluto es difícil dirigir sólo un actor» y siempre todo ha ido rápido, como pasó en El Cid, «donde partíamos de cero y Antonio leyó muchísimo y fuimos construyendo. La idea de puesta en escena la tenía muy clara».
Lo que verá el espectador en escena, concreto Antonio Campos, «es a un juglar, un contador de historias que se gana la vida por los caminos de España, de plaza en plaza, de teatro en teatro, narrando las novelas de Cervantes, para ponerlas en valor, porque el árbol quijotesco es tan frondoso que de no deja ver el resto del bosque y, precisamente por esto lo vamos a hacer, y vamos a ir pasando de una historia a otra, tocando la biografía de Cervantes y por qué escribía cada cosa y cual fue su laboratorio. En su tiempo, las novelas tuvieron más ventas y repercusión que el primer Quijote y muchísimo más que el segundo. Nos ceñimos mucho a lo que dice Cervantes y estas tres novelas que elegimos, se desestructuran, como en la cocina de autor».
Destacó Lluís Elías que «las tres novelas tienen un denominador común, que es la libertad». El director apuntó que él aporta en este espectáculo «una mirada externa, yo voy proponiendo para que los personajes vayan cogiendo un poco más de contraste. Ahí estará Antonio haciendo todos los personajes, a veces, incluso quieto».
Recuperan otro clásico, dijo Antonio Campos, ya que «intento coger un título conocido y dentro de ese título, mostrar lo que pasaba entonces, que también pasa ahora, los clásicos están muy bien para recordar, simplemente quiénes somos».
